Memories: Paris II


Con ver de lejos la Torre Eiffel, ya estaba feliz. La experiencia de los demás días fue muy especial, descubrimos otro París, desde otra perspectiva y con otro significado.
Cuando llevas varios días de viaje y llegas al apartamento o al hotel, la cama es lo único que quieres visitar en ese momento... Me gustó tanto que me quedé dormida el último día y no nos dio tiempo a visitar todo lo que teníamos planeado.

Fuimos a visitar el Palacio de Versailles; ya había escuchado/leído que era impresionante y enorme, y ciertamente, no mentían. La concentración de años y años de historia que podemos ver allí es increíble. Fue una de las cosas que más me gustó. Para mi, no es tan importante el edificio en sí, sino la historia que albergan sus rincones. 

Paseando entre sus pasillos, haciendo fotos a cada esquina, hice esta. No tenía ni idea de que la había hecho hasta que revisé hace unos días los recuerdos del viaje. Me encantan este tipo de fotos, ya que se puede captar 'de forma natural' la esencia del momento; en este caso, C. estaba observando las esculturas de las Diosas Griegas y su expresión es de completa curiosidad. 



Una de las cosas que más me gustaron de Versailles fueron sus recreaciones de las habitaciones del Palacio. El hecho de que fueran la mayoría muebles de la época, que como ya he dicho antes, han vivido toda la historia de estos años atrás es, como menos, interesante. 


Más tarde, cumplí otros de mis sueños en este viaje. 31 Rue Cambon. Chanel Boutique. 


Cuando planeamos el viaje, me preguntaron qué quería visitar para añadirlo a la ruta. Lo tuve claro desde el primer momento: la Torre Eiffel, Ladurée, Moulin Rouge y la tienda de Chanel. Pusimos rumbo al metro, nos bajamos en la parada correcta esta vez y caminamos hasta la boutique.

Hice como 50 fotos de la fachada y ya que estaba allí, entré. En mi mejor francés le pedí a una dependienta si me podía dar un recuerdo y le explique un poco la historia de cómo llegué allí. Así fue, la mujer me regaló una pequeña bolsa de Chanel, con dos muestras de perfume, dos camelias de tela y un lazo. Sin duda, el mejor 'souvenir' que pude traerme de París. 


Otra parada que hicimos fue para visitar el Moulin Rouge. Quería verlo en persona porque una de mis películas favoritas es 'Moulin Rouge' y me hacía mucha ilusión poder estar en la puerta del Cabaret. Sinceramente, tenía las expectativas un poco altas. Quizás si hubiese ido a la noche, me hubiera gustado más.


Lo que no pude visitar fue Ladurée, pero si visitamos otro local, cerca del Sacre Coeur, dónde pude comprar mis macarons. La mitad llegaron rotos al apartamento y no pude hacerles fotos :( Eso sí, ¡estaban riquísimos!


Si quieres leer el post sobre la primera parte del viaje, haz click aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Follow @ Instagram

Back to Top